jueves, 18 de noviembre de 2010

Camboya

Camboya, visita breve pero muy intensa, y séptimo país que visito.
Entré a Camboya por tierra desde Bangkok, y tras una larga jornada de buses llegué a Siem Reap, donde se encuentran los templos hinduistas-budistas de Angkor Wat. Una ciudad mas grande de lo que me esperaba (160.000 habitantes apróx.) y con una gran afluencia de turistas y zonas para turistas (restaurantes, bares, tiendas, etc.). Afortunadamente, la ciudad queda separada de la zona de los templos, y por tanto no está lleno de tráfico. Me quedé en un hostal alejado de la zona de turistas y al lado del inmenso mercado, un espectáculo de gente y puestos por todas partes.
Decidí comprar el billete, de visita a los templos, de 3 días y así poder hacerlo tranquilamente. Por las mañanas: desayuno y coger una bici alquilada dirección a los templos, que quedaban a una media hora los más cercanos. Definitivamente estoy muy contento de habérmelo tomado con calma y haber dedicado 3 días. Empecé el primer día por los templos más alejados y más pequeños, y sucesivamente avanzando en grandeza e importancia para acabar con el gran Angkor Wat, que dicen que es el templo religioso más grande del mundo (no sé si será cierto).
Para mí ha sido una experiencia única: lo que hace especial este lugar (además de los miles de templos y su tamaño) es cómo está mezclado en la actualidad con la naturaleza. Después de estar abandonado varios cientos de años, la jungla fue avanzando y “devorando” muchos de los templos, para dar lugar a cosas inimaginables, como son árboles de 30 metros de altura creciendo ENCIMA (literalmente) de los techos de los templos, o sobre sus muros. De esta forma las raíces de los árboles parecen estar estrangulando los templos con sus inmensas raíces. Además, como muchos de los templos no han sido limpiados, tienen una capa de musgo que les da un color verdoso. El resultado, como ya he dicho, es una increíble mezcla de naturaleza y construcción humana como nunca he visto.
Así que estaba la mar de contento de poder ir en bicicleta tranquilamente los tres días y ver las cosas sin prisas..en cuanto empezaba a ver las cosas con prisa o desgana me volvía al hostal. Incluso haciendo bastante deporte, porque calculo haber hecho más de 100 kilómetros en los tres días..lo que no está mal para ir con una bici de paseo en plan “Verano Azul”.

Aquí dejo fotillos de los templos.





Después de Siem Reap me dirigí hacia Phnom Penh, capital de Camboya. Ya en el camino me sorprendí en leer que tiene una población de más de 2 millones de habitantes, porque yo me había hecho a la idea de que sería algo pequeño y tranquilo en plan Vientiane. Pero se parecía más a Hanoi por el tráfico de las motos y coches, bastante locura y aventura cada vez que había que cruzar la calle. Sólo pude estar una tarde larga y una mañana..y creo que para mí suficiente. Sí tiene cosas chulas que ver, algún templo, el palacio real... y un paseo al lado del río bastante encantador, especialmente de noche.
La mañana antes de partir de nuevo a Tailandia, fuí a visitar uno de los centros-prisión-tortura más importantes que se usaron durante la dictadura de la Khmer Rouge entre 1975-1979. Es mi deber llamar la atención del lector en este aspecto, ya que mi incultura me había impedido saber absolutamente nada de lo que ocurrió en Camboya en esos años, así que lo cuento brevemente por si es el caso de algún otro. Básicamente la Khmer Rouge se alzó con el poder después de una guerra civil, en la que básicamente combatieron contra los aliados de USA...un poco lo de siempre en aquella época, comunistas contra capitalistas. Así que en un principio la Khmer Rouge comunista se veía como la salvadora. Pero nada más lejos de la realidad, tuvieron el gobierno mas cruel que se pueda imaginar. Se empezó a contar los años como “Año Cero”, se eliminó la moneda y se echó a la gente de las ciudades para trabajos forzosos en el campo. Se mató a todo aquel sospechoso de ir contra el régimen (a base de torturas y falsas confesiones) e incluso a aquellos que hablaban lenguas extranjeras por el mero hecho de hacerlo (..y el líder de la Khmer Rouge, Pol Pot, se había educado en Francia). En resumen, la Khmer Rouge mató o fue responsable de la muerte de DOS MILLONES de sus propios compatriotas en 4 años. Y todo esto pasó hace 30 años!
Pues bien, la visita que hice a uno de los centros prisión-tortura fue escalofriante, lo han dejado todo como estaba y hay varias exposiciones de fotos y relatos de la gente que lo vivió. Las habitaciones de tortura aún tienen la sangre en el suelo. En varias ocasiones tuve que respirar bien profundo para recuperar el aliento y ví a varias personas con lagrimas en los ojos mientras hacían la visita...para que imagineis el impacto.
Así que os he soltado todo este rollo para que recordemos de lo que es capaz el hombre, y los que parecen salvadores un día pueden no serlo al siguiente. Repito, pasó hace 30 años! Y los camboyanos aún se están recuperando.

Pese a todo quiero acabar con buen sabor de boca y decir que me he encontrado bastante a gusto en Camboya, he aprendido mucho y que la gente, pese a ser bastante pobre, es muy alegre.

Ahora me encuentro en el aeropuerto de Bangkok, donde he pasado la noche tras volar desde Phnom Penh ayer. En unas horas vuelo a Krabi (sur de Tailandia) y me dirijo a la playa de Tonsai, paraíso para los escaladores y para los amantes de la playita: menuda combinación!! Va llegando mi final y espero disfrutar mucho aquí mezclando deporte, ocio y playas paradisíacas (estas de verdad).

Me despido hasta la próxima!! 

2 comentarios:

  1. guauuuuuuuu me encanta!!pero que lugar mas super mágico!
    genial!
    muito amoreeeeeee

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  2. Cómo somos las personas de capaces de olvidar cosas horribles o no quere pensar en ellas. Todo el mundo debería saber las masacres que hemos cometido para no repetirlas, y no enterrarlas en el pasado...

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